Restaurar puertas; un conjunto variado
Restaurar puertas ha sido una vez más el motivo de mi actividad en esta segunda fase. Primero fue la restauración y rehabilitación del Palacio del Marqués de Vargas o Palacio de Pobes, en Casalarreina, y posteriormente se ampliaron las instalaciones con un edificio exterior. Estos nuevos edificios se han construido donde estaban los antiguos establos, casi en ruinas, pero aprovechando en parte los muros exteriores y otros soportes utilizables. Además, se han renovado y reconstruido otros edificios y almacenes adjuntos. Para seguir manteniendo su aire antiguo y rústico, también se han reutilizado elementos de la época, vigas, muros y, por supuesto, las puertas.
Por tal motivo, la gerencia solicitó nuevamente mis servicios para dar continuidad al trabajo de restauración de puertas. Lo más interesante de esta segunda intervención es la absoluta variedad de tipos de puertas. Seleccioné estas puertas en un almacén donde se guardaban las puertas desechadas para rehabilitarlas en la intervención anterior. Los motivos para no reutilizarlos en la anterior fase de restauración fueron variados. Como son algunos cambios en la distribución de los espacios, dificultades para adecuarlos por su estado de conservación a su sitio original, o no existir en ese momento su ubicación original, entre otras razones.
Desde la puerta de entrada hasta la puerta del almacén
La propuesta cubría todas las posibles rehabilitaciones y adaptaciones. Desde el portón de entrada, muy desgastado y deteriorado, hasta el antiguo portón rústico con rejas que conducía al almacén. Y atravesando antiguas puertas de distintos tipos para ser rehabilitadas y cubrir así nuevos vanos. Entre ellos, una puerta tachonada, otra en olmo con paneles tallados, y otra con paneles tallados en nogal y celosía en la mitad superior. Dos de ellos tenían sus respectivas parejas en el palacio, quienes sirvieron de referencia para el resultado final de la limpieza y remoción de pinturas en ambos casos.
Para restaurar las puertas en este caso, afortunadamente, el problema general de conservación no era estructural (con excepciones), sino de limpieza y estética. Todas las puertas requirieron limpieza y, en algunos casos, la eliminación de pintura y barniz viejos. En concreto, fue necesario reforzar e injertar, especialmente en zonas bajas, pendientes y lugares más expuestos. La puerta de entrada se vio particularmente afectada porque, debido a las condiciones climáticas normales, el agua se había acumulado de manera recurrente en los planos horizontales de los travesaños. En todas estas zonas la madera se había deteriorado, pudriéndose, perdiendo consistencia y resistencia.
La puerta “de la cruz”
La última puerta que restauré, en la serie de ocho de esta fase, resultó ser la más agradecida por su estética. También sus materiales eran más nobles y coloridos. De hecho tiene en el interior del Palacio una pareja, restaurada en la fase anterior, con la diferencia de que el marco en ese es de pino y en este es de olmo. El resto de características son similares, mismas dimensiones, mismos motivos tallados en los paneles y misma distribución de estos.
Respecto al estado de conservación, la puerta anterior fue repintada por completo. Precisamente ese repintado imitó el esquema cromático y tonal del marco y los paneles originales de la puerta que ahora estamos tratando. Es decir, marco claro y paneles oscuros. Tal vez para hacerlos lucir iguales a propósito porque en la puerta del palacio restaurada anteriormente, la madera de nogal era del tipo claro.
Esta puerta de carpintería castellana no fue repintada ni intervenida visualmente, pero estaba muy sucia y afectada por deposiciones y detritos. Por eso, tras la limpieza, las vetas de la madera de nogal nuez aparecen más llamativos y contrastados en esta última puerta restaurada. Y el nogal, al ser una madera noble, aparece en muy buen estado de conservación.
Restaurar puertas; la puerta “de la flor”
La puerta para mí llamada “de la flor” tiene una curiosidad interesante que contar. Es una puerta panelada en nogal y el marco es tipo pino. Y en el panel central está tallado un motivo vegetal similar a una flor. Para explicarlo he utilizado una excelente fotografía del fotógrafo Miguelón Sanz Lázaro. Porque existe una tradición en el mundo rural vasco y alrededores de poner en la puerta de entrada de las casas el llamado “eguzkilore” (flor-sol). Su principal significado es proteger y atraer la buena fortuna. Y es por eso que apunto a una posible esquematización de eguzkilore.
Es posible que el artesano que hizo la puerta en ese momento no lo hiciera con esa intención, o quizás lo hizo. Pero durante la remoción de las pinturas viejas y la limpieza apareció algo que me hizo pensar en cierta intencionalidad. Y es que en los espacios entre las hojas aparece sistemáticamente un signo inciso cuyo significado valdría la pena descifrar o descubrir.
Puede ser … Creo que …….
En principio apunto a una posible esquematización del “eguzkilore” en el panel central de esta puerta, ya sea por insinuación directa o por inspiración indirecta. Luego queda por valorar e interpretar el significado de los signos incisos, y estos si, realizados con total intención y autoría. Porque el motivo inciso se repite adaptándose a cada espacio entre las ocho hojas del motivo central. ¿Quizás también es una esquematización de una fruta o un toque de frondosidad? Finalmente, es algo que dejo abierto para información y sugerencias en el cuadro de comentarios de esta publicación ….. y gracias por su interés y atención.
Fotografía del “eguzkilore” en una puerta de Aroa (Álava) original de;
Para saber más;