Muchos de los trampantojos que expongo en El Atelier de Santi tienen una base de etnología. Muy etnológico, me atrevería a apuntar, es el contenido de los trampantojos, pues los modelos del natural en los que me inspiro están recogidos de mi entorno urbano y rural más inmediato. Suelen ser objetos, que unas veces buscados y otras encontrados, están a mi alcance, en el entorno cercano. Y son para mi ahora motivo de reflexión sobre la economía actual y la sostenibilidad, la economia circular, el reciclaje, etc. Es decir, lo que nos hemos puesto a la vista con los objetivos de desarrollo sostenible (O.D.S., 2015 O.N.U.)
Etnología y artesanía
Los objetos que busco y persigo lo son con un punto de nostalgia. Siempre he admirado la producción artesanal de muchos objetos que, actualmente y desde la revolución industrial, han sido sustituidos por su fabricación en serie. Empezando con los objetos que he pintado en trampantojos como “Cosas del abuelo”, pasando por los artilugios y recursos caseros, y continuando con los cacharros y vajilla que represento en algunos otros trampantojos de recetas de cocina. Y en la cerámica, la cestería, la artesanía de la madera y el vidrio, he encontrado referentes e inspiración.
Muchos de estos productos artesanos superan estéticamente a sus mejorados prototipos industriales, tal vez más eficaces estos últimos. Pero no se puede decir lo mismo de su durabilidad. Los productos artesanos siempre se “hacían” a conciencia. Con un conocimiento y experiencia del uso del objeto que se va a manufacturar. A esto hay que añadir que se priorizaba su “calidad” intrínseca, es decir, la nobleza de los materiales, y su “tempo” de fabricación. Esto, la unión de una materia prima de primera y una fabricación minuciosa, redundaba a su vez en una estética más artística por lo específico de su elaboración. Importaba más la calidad del género que la cantidad. Y esto es algo que vino ha cambiar radicalmente la fabricación y el diseño industrial. Hasta incluso la llegada del paradigma de la obsolescencia programada.

El trampantojo “El colmado”
La etnología y la economía
Lo sostenible y la economía circular, que suena tanto en la actualidad, nos retrotrae a la manera de funcionar de muchos artesanos. Así como el reciclaje de los materiales y recursos hasta su máximo aprovechamiento. La materia prima no solo era previamente seleccionada, sino que se clasificaba según la calidad y en función del uso que se le iba a dar en cada caso. Había pues cierta especialización también en este aspecto del uso material. Todas estas sutilezas se pierden en la fabricación en serie. En muchos casos se termina utilizando una amalgama de la misma materia prima para todo tipo de categorías. Y eso cuando no se sustituye por un sucedáneo que permite con su uso en la fabricación una mayor competencia en el precio de venta.
Del árbol fresno se aprovechaba todo, como del cerdo hasta el rabo. En la larga existencia de un solo árbol, antes de su tala para carbón, leña o mobiliario funcional, daba con sus ramas para palos de herramientas, accesorios y mucho, mucho forraje. La conciencia de aprovechamiento de todos los materiales estaba muy arraigada y ponía en valor cualquier materia prima, evitando el despilfarro. La actitud de aprovechar y de reciclar, puesta tan en boga hoy día, era entonces costumbre. Al contrario, y curiosamente, la moda “vintage” pilló de sorpresa en el mundo rural, donde al iniciarse la moda no se entendía que se revalorizarán herramientas y enseres comunes. En su tiempo de elaboración corrientes para su uso y costumbre, y ahora sobre valoradas por su estética.
Entonces los gremios se retro-alimentaban, dando lugar a una economía muy parecida a lo que actualmente llamamos economía circular. Los gremios de servicios, afiladores, pintores, albañiles, etc., se equipaban de material y herramienta de los pequeños fabricantes y artesanos según su especialidad. Y a su vez estos últimos se surtían de materia prima de las explotaciones y cooperativas comarcales. La denominación de origen se daba por supuesto. La red de relaciones comerciales estaba “fidelizada” a nivel comarcal y regional, y cualquier aventura exterior tenía un colchón local.

El trampantojo “Estantería del barbero”
La etnología, usos y costumbres
La etnología es el reflejo de los usos y costumbres de un determinado tiempo. Muchos de nuestros mayores no entienden la precariedad de los productos industriales. Y esto es debido a que han vivido un tiempo donde los productos manufacturados lo eran con una garantía de uso muy extenso. Las cosas se hacían para que durasen en un largo tiempo de uso. En la mayoría de casos cualquier herramienta dejaba de ser “una herramienta” para ser “la herramienta de”. Con el nombre y apellidos de quien la había utilizado durante un largo periodo profesional.
El obrero se hacía a su herramienta y viceversa. Además del mantenimiento de rigor, la herramienta era mejorada al uso por el obrero propietario. Incluso con cambios ergonómicos, adaptando la herramienta al uso particular y específico del usuario/propietario, y no solo por su gusto personal. A esto lo llamamos actualmente personalizar las herramientas de trabajo (costumizar). En muchos casos también, como eran reparables, en mismo operario se encargaba de arreglar y solucionar los problemas que la herramienta pudiese dar en una avería. Que mejor doctor que el usuario y conocedor de su herramienta durante tanto tiempo. A eso se le llama hoy reversibilidad.
Quiere ser mi obra en los trampantojos de El Atelier de Santi señalados, un homenaje a la laboriosa producción artesanal de tiempos pasados, y aún actuales en muchos casos, cerámica, ebanistería, cestería, etc. Son productos que se acercan mucho a la obra artística seriada, pues su elaboración requiere una reflexión y planteamiento previos, pero dentro de una metodología tradicional.

Fragmento del trampantojo “La alacena de Velázquez”
Para más información;
Tus explicaciones me han parecido muy entendibles. Y tus cuadros preciosos. Te superas a ti mismo.
Enhorabuena por el trabajo, Santi.
Muy agradecido, además, por compartir el proceso creativo y de investigación previos a la creación.
Te he conocido en la comunidad Theglocal.network. En cuanto se pase esta cuarentena, espero poder asistir a alguna exposición o taller. Saludos y muchos ánimos.
Gracias Iñaki por tus comentarios, me alegra que te interese y guste esta temática. Nos seguimos en contacto pues en la comunidad de Bizkaia networt, y a seguir bien en este confinamiento, un abrazo.
Muy bonito el trabajo y enhorabuena.
A ver si nos vemos pronto por borja para hacer algún taller.
Gracias Cesar! Eso quisiera yo, que pronto pase esto y poder hacer un taller de lo nuestro, que parece que gusta y yo también disfruto haciendo.
A seguir cuidandose y espero vernos pronto, un abrazo
Me ha encantado el artículo Santi. Lo comparto con mis amigos que también les gustarà. Un abrazo
He visto la exposición en el centro cívico de Abando (Bilbao). Me ha encantado!, y el uso de ventanas antiguas para enmarcar es muy sugerente. Zorionak!
Eskerrik asko Jon, gracias por tus palabras y me alegro de que te haya gustado.
Mi intención es que se disfrute y sea visitada por el público, saludos